El ejercicio físico es para la salud un aspecto fundamental en la prevención de riesgos laborales. El motivo es que no solo conlleva múltiples beneficios para la salud del empleado, sino que también aporta numerosas ventajas en el trabajo que se visibilizan en el resultado colectivo de la organización.
La práctica habitual de ejercicio físico aumenta la productividad en el trabajo. Por esta razón, muchas empresas incorporan en sus instalaciones espacios destinados al deporte y al ejercicio físico.
Por qué el ejercicio físico ayuda al rendimiento profesional
El rendimiento laboral, así como el académico, no está determinado únicamente por el nivel intelectual o unas condiciones óptimas del lugar del trabajo. En él intervienen múltiples factores, como variables de personalidad y factores motivacionales, cuya relación con el rendimiento no es siempre lineal, sino que está modulada por otras cuestiones.
El Instituto Nacional Americano de la salud mental señaló que la práctica de ejercicio físico reduce la depresión moderada, la ansiedad, aumenta la energía y mejora el bienestar emocional. Existen aspectos psicológicos, como la ansiedad, la autoestima o el autoconcepto, que, junto con una buena predisposición, son determinantes para desempeñar cualquier actividad
Como sabemos, el ejercicio físico libera endorfinas, nos proporciona buen humor, el sistema cardiovascular se fortalece (al igual que los huesos y los músculos) y ayuda afrontar el día con más vitalidad y energía.
Practicar ejercicio físico para el trabajo: Principales beneficios
¿Qué otros beneficios brinda el ejercicio físico para el desarrollo de la actividad laboral?
- Mejora de las capacidades mentales
Al realizar deporte, nuestro organismo experimenta cambios positivos. Por ejemplo, aumenta la oxigenación de las neuronas, lo que hace mantenerlas activas por más tiempo. Por consiguiente, el ejercicio físico contribuye a un mejor rendimiento mental: mejoran las capacidades de atención, de razonamiento y de concentración, que son habilidades que influyen directamente en la calidad del trabajo realizado y en la productividad.
- Mejora la calidad del sueño
Cuando obtenemos un sueño reparador durante la noche se percibe al día siguiente en muchos sentidos. Tenemos un mejor estado del ánimo, mayor motivación, más energía y, en definitiva, hay una mayor predisposición para trabajar.
Como hemos comentado, el ejercicio libera endorfinas, una sustancia neurotransmisora que favorece la sensación de felicidad y, al mismo tiempo, ayuda a relajarnos.
- Aumenta la autoestima
Tener una buena autoestima no solo influye positivamente a nivel interno, también es algo que perciben los demás, lo que hacen que confíen más en ti y en tus capacidades de negocio.
- Previene el deterioro cognitivo
A partir de los 45 años es cuando suele iniciarse el deterioro cognitivo. Pero si mantenemos un nivel de vida saludable, realizando ejercicio y siguiendo una buena alimentación, lograremos minimizar ese deterioro relacionado directamente con la memoria y el aprendizaje.
De manera que, realizar ejercicio físico con asiduidad, es el equivalente a ser mejor trabajador, favoreciendo las relaciones con los demás compañeros y, por ende, la actividad en equipo.
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