Eva Mateos, Directora de Personas destacó la necesidad de que las competencias profesionales que se desarrollan en el ámbito educativo estén en consonancia con las competencias que requieren las empresas, para competir en un mercado global y exigente, y en un entorno dinámico y cambiante.
Además de las habilidades básicas presentes en todos los itinerarios formativos, el alumno del siglo xxi debe desarrollar competencias como el pensamiento crítico y la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y la colaboración y cualidades de carácter como la curiosidad, la iniciativa, la persistencia, la adaptabilidad, el liderazgo y la conciencia social. Es preciso aprender a aprender, y que el alumno y futuro profesional sea capaz de regular el propio aprendizaje.
Congreso universitario de innovación educativa en las enseñanzas técnicas
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